Damasco lleno de secretos arquitectónicos
de Siria
Por Salvador Batista
Fotos: salvador Batista
Pese
a los conflictos en Siria, no podemos dejar de mencionar que la misma tiene
lugares increíblemente sorprendentes e históricos que en algún momento te motivan a visitarla.
Cuando
llegas a su Capital, Damasco es difícil encontrar una gran cantidad de
turistas, pero sí sentirás la
hospitalidad desinteresada de sus residentes, además de algún que otro
visitante haciendo turismo de mochila.
Es bueno destacar que Damasco se caracteriza por
ser una ciudad muy activa con modernos hoteles, buenos restaurantes y lugares históricos.
Damasco
está situado al suroeste de Siria y se caracteriza por estar en el centro de un área metropolitana de más de 2.6 millones
de personas y tiene un potencial turístico importante, el cual se comenzó a explotar a
partir del 1980, pero no se ha desarrollado a plenitud por los conflictos
suscitados.
La Gran Mezquita de los
Omeyas
Cuando llegas a Damasco debes iniciar tú
recorrido por esta mezquita por ser la más antiguas y grandes del mundo y
situada en el cuarto lugar más sagrado del Islam.
De acuerdo a informaciones,
su construcción comenzó en el año 706 y terminó en 715. La misma está ubicada en el casco antiguo de la ciudad de Damasco y es de gran
atractivo arquitectónico.
Al visitarla te encontraras un sepulcro que dice contener la
cabeza de San Juan
Bautista, uno de los pocos profetas comunes de cristianos y
musulmanes. Supuestamente la cabeza fue encontrada durante las excavaciones
llevadas a cabo para la construcción de la mezquita. El sepulcro está adornado
con unos llamativos cristales verdosos.
Esta mezquita posee además un gigantesco patio de
122 metros de largo, tapizado de lozas que pertenecieron a un monumento romano
y ofrece varias y exquisitas decoraciones.
La ciudad vieja está sembrada de mezquitas en
todo Damasco, cerca de 700 de muy diversas épocas, muchos entrar a las
acogedoras salas de rezo y otros permanecer allí, descansando, en el silencio,
sobre las alfombras.
Mercado
Justo al lado de la mezquita
de los Omeyas podrás disfrutar del Mercado El zoco de Damasco, uno de los mayores de
Asia y es un espectáculo digno de ver.
En
el mismo no solo puedes encontrar atuendos típicos, sino especies, joyería,
trabajos en cuero, artesanías y
manualidades que elaboran los artesanos sirios, en metal, que te
motivas a comprar y comprar. Lo increíble del mercado que es bajo techo y viene
siendo un laberinto donde se concentran una gran cantidad de personas con miles de pequeños negocios.
Si
continuas hasta el final del mercado
podrás ver las ruinas de la
Puerta del Templo Romano de Júpiter.
No tiene gran atractivo pero tiene una
interesante historia. Lástima que las ruinas no estén resaltadas como atractivo
turístico ya que sus piedras son las paredes de los puestos de comidas del
mercado.
El Museo Nacional de Damasco
Es
un lugar interesante y vale la pena visitarlo. No es un museo de gran tamaño y
moderno pero tiene detalles históricos de esta ciudad.
Quizás
lo que llama más la atención es su hermosa fachada porque se trata de la
entrada de un antiguo palacio-campamento militar del siglo VI situado en el
desierto, cerca de Palmira y que fue trasladado piedra a piedra hasta Damasco,
de acuerdo a los guías.
Clima
Los mejores meses para visitar Damasco son abril,
mayo y junio, cuando la temperatura aún es más o menos suave y no alcanza los
36 grados promedio de julio y agosto.
Tomar en cuenta
Ropa
ligera y preferiblemente de algodón.
Zapatos
cómodos
Tener
en cuenta que solo se habla en Árabe y un poco ingles
Informarte
por redes sociales o agencias de viajes como llegar.
Gafas
de sol y protector solar.
Tomar
mucha agua.