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17 nov 2014

Sigamos apoyando a Quito para que se convierta en una de las 7 Ciudades Maravilla del Mundo


Quito, (Ecuador) Quito, Patrimonio Cultural de la Humanidad, está rodeada de valles y escoltada por hermosos volcanes activos. Desde la mitad del mundo, Quito resplandece con el cielo más azul del equinoccio y con su gente amable y trabajadora; es el centro del mundo de la cultura y de la libertad. “Quito Ciudad Convento” o “Claustro de América”, “Relicario de Arte en América”, “Quito Luz de América”, “Capital Iberoamericana de la Cultura” “Carita de Dios”, son algunos de los títulos que le han llevado a esta bella y franciscana ciudad a ser candidata para convertirse en una de las 7 Ciudades Maravilla del Mundo.

Quito es una ciudad donde los matices coloniales de su centro histórico contrastan con sus modernos edificios del presente. Un lugar que guarda los enigmas de una historia milenaria, la magnífica herencia del encuentro de dos mundos y los secretos de la cultura del mestizaje que lo llevaron a convertirse, en 1978, en la primera ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, que posee el perímetro más amplio de arquitectura colonial de América Latina.

La Plaza de la Independencia, también llamada “Plaza Grande” sigue representando el corazón fundamental de la capital ecuatoriana como en tiempos de la colonia, está flanqueada por la casa de Gobierno o Palacio de Carondelet, el Palacio Arzobispal, la Catedral Metropolitana y el Palacio Municipal.

De paseo por La Ronda

En el Centro Histórico existen detalles muy llamativos que se han mantenido por más de 500 años y que reflejan el alma de la ciudad, como la Calle de las Siete Cruces, la Cuesta del Suspiro, el Arco de la Reina, la Plaza de San Francisco, La Ronda o la Calle de los Milagros, porque no es solo una exposición monumental, sino una estructura viva, donde la modernidad no ha anulado las formas tradicionales de ser de los quiteños, alegres, dicharacheros, ingeniosos, generosos y amantes de reunirse en una esquina para cumplir con un ritual básico de la vida en comunidad.

El barrio La Ronda es en uno de los sectores más emblemáticos del Centro Histórico de Quito. Fue el corazón bohemio de esa zona de la ciudad a mediados del siglo XX; en su estrecha calle encontrará restaurantes, bares, cafetines poetas, músicos, que se contrastan con la modernidad de la zona norte, un escenario cosmopolita con variedad de atractivos como el sector de La Mariscal y la Plaza Foch, donde se concentran los servicios turísticos como hoteles, hostales, restaurantes o locales para la diversión y la gastronomía.

Las calles quiteñas aún conservan su peculiar y sinuoso trazado, en donde los visitantes perciben la nostalgia de sus tradiciones y reviven los fantásticos efectos de sus leyendas que dan un toque virtuoso y mágico a Quito, que mantiene viva su expresión cultural y arquitectónica sin que los efectos de la modernidad le hicieran cambiar.

Otro factor de gran atractivo y que le brinda el sello peculiar a esta ciudad constituye el volcán Pichincha, en cuyas agrestes faldas se extiende la ciudad, dando la impresión de cobijarse entre los muros de este coloso natural, que además concentra un gran significado histórico para el país, pues allí, en 1822, se libró la batalla de la Independencia.

El Museo de la Ciudad, el Centro Cultural Metropolitano, el Convento de San Agustín, la Capilla Sixtina, el Museo Nacional de Arte Contemporáneo, el Museo de Cera, entre otros, son sitios indispensables para nutrirse de la historia y la cultura de la ciudad.

Arte Barroco una herencia iberoamericana

Quito también es dueña de algunas de las más importantes joyas de la arquitectura colonial, donde predomina el estilo de arte barroco, una herencia iberoamericana en la cual se combinan temas y tonos propios de la región andina con la influencia artística europea: rostros indígenas, paisajes autóctonos, colores brillantes, animales como llamas o cuyes –en vez de cordero pascual…-, íconos como el sol para los incas, entre otros elementos, que configuraron un mestizaje dando lugar a lo que se conoce como la corriente del “barroco quiteño”, que contó incluso con su propia escuela de artes y oficios, conocida como la “Escuela Quiteña”

Si el turista quiere conocer el arte barroco debe visitar la Compañía de Jesús que constituye una de las obras más significativas y más bellas de la arquitectura suramericana, y por lo tanto constituye uno de las mayores obras de dicha corriente estética en el mundo. Su fachada es muy bien decorada y elegante, por dentro el templo es impresionante, al levantarse todo cubierto de oro. La Compañía es una joya del pasado que permanece intacta en el presente.

Pero si al viajero le gustan las leyendas nada mejor que visitar la iglesia de San Diego para conocer la leyenda del “Padre Almeida” o la Iglesia de San Francisco, para conocer la leyenda de “Cantuña”.

También puede visitar la iglesia de la Catedral, fundada originalmente en 1535, ya que posee una mezcla de varios estilos como Barroco, Mudéjar, Rococó, Neogótico y Neoclásico; mientras que en el interior de la Iglesia de Santo Domingo se encuentran valiosas estructuras. Una de las joyas barrocas que se cuida celosamente en esta iglesia es la Capilla del Rosario, que constituye una obra significativa de la arquitectura quiteña.

Para intentar comprender esta encantadora ciudad de extremos, conviene subir a uno de sus lugares más tradicionales: el Cerro del Panecillo, mirador a 3.000 metros de altitud desde donde se contempla, inmensa y complicada, la extensión capitalina, con su casco antiguo agazapado bajo sus tejas coloradas entre esta loma y el parque de La Alameda, y rodeado por inmensos barrios nuevos surcados por anchas avenidas.
Pero si quiere dominar todo el panorama y admirar la ciudad, los valles y la Avenida de los Volcanes, denominada así, por el infatigable geógrafo y científico alemán, Alexander Von Humbolt, que llegó al Ecuador, en 1812, nada mejor que subir al Teléferico ubicado a 4.050 msnm.

Quito moderno
El Quito moderno se forja en los años 50 del siglo XX, cuando la avenida Colón deja de ser el límite de la ciudad y se consolidan los barrios de La Mariscal y cuando se construye el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre y el Estadio Olímpico Atahualpa. Para algunos historiadores esto fue lo que “jaló” a la ciudad hacia el norte. Poco a poco se extendieron hacia el norte las avenidas Seis de Diciembre, Diez de Agosto, Amazonas y Eloy Alfaro, alrededor de las cuales surgieron grandes urbanizaciones, edificios y espacios para la diversión, como el parque La Carolina.

La ciudad continuó su crecimiento hacia el norte durante los años 70, que coinciden con el llamado “boom petrolero”. Se acelera la construcción de viviendas, edificios, centros comerciales, locales de diversión y entretenimiento. Y lo que solo era un espacio residencial se convierte en la zona del “boom comercial”.

También se encuentra el barrio La Mariscal, donde no solo se concentran los servicios turísticos sino que conserva las mansiones del siglo XX que se han convertido en hoteles, hostales, restaurantes o locales para la diversión y la gastronomía. El corazón de ese barrio capitalino es la plaza El Quinde conocida como la plaza Foch, un lugar de encuentro y disfrute culturales y gastronómicos.

Quito es una de esas ciudades que pueden hechizar y conquistar el errante corazón del viajero en busca de visiones para la memoria de su retina; pero también es un laberinto de sensaciones donde cada uno debe encontrar su rincón favorito.

Reconocimientos


La revista National Geographic ubicó a Quito como uno de los destinos turísticos por conocer en el 2013; también fue galardonada en el 2013 por World Travel Awards, como Destino Líder de Sudamérica 2013; y, este año (2014) por segunda ocasión obtuvo nuevamente este galardón.

Cacao que produce Café

M-TUR